martes, 1 de noviembre de 2011

VIOLENCIA DE GENERO - POR GRACIELA MUÑIZ

La violencia de género es el tipo de violencia ejercida contra cualquier mujer, por su condición de tal. La violencia presenta numerosas facetas, desde la discriminación y el menosprecio, la agresión física y psicológica, hasta el asesinato.
La mayoría de las veces es causada del hombre hacia la mujer, por sentimiento de superioridad, dominación y más extensamente machismo.
Estos hechos comienzan en la infancia y es en el familia donde se ejerce esa violencia, es la niña quien la sufre por su condición de niña, la mayoría de las veces de parte dela autoridad paterna o de hermanos, abuelos, tíos o amigos que ella confía. Este problema muchas veces no trasciende porque la niña se siente avergonzada y con sentimientos de culpa, además de sentirse amenazada y amedrentada, la hacen guardar silencio.
Otro tipo de violencia es la venta de niñas, para el servicio lucrativo de la prostitución, observándolo en varias oportunidades en las miserias en las que viven ciertas familias, que encuentran una salida en la explotación sexual de las menores, muy repudiable por cierto.
Muy importante es la magnitud de la violencia de parejas, dándose en todos los grupos sociales, en distintos niveles económicos y culturales.
En las relaciones de parejas, surgen conflictos, discusiones acaloradas hasta llegar a la agresión física entre ambos. La mayoría de las veces se ejerce el maltrato del hombre hacia la mujer, con una relación de dominio, que mediante desprecios, humillaciones, insultos, amenazas y golpes logra bajar la autoestima de la mujer, la que sufre en silencio y con culpas. Muchas veces estos hechos salen a la luz con el peor final imaginable: la muerte.
Otra faceta de violencia es sin lugar a dudas la violación, ejercida por los hombres. Esto produce efectos devastadores, las mujeres pueden caer en profundas depresiones, cambiar su carácter, caer en adicciones como alcohol o drogas.
Las mujeres víctimas de la violación, sufren una doble agresión, primero la de su agresor, a eso se le suma el de la familia y de la comunidad. El sentimiento de vergüenza las hace mantener en silencio, y en numerosos casos, les sigue el asesinato.
La prevención sería una de las principales medidas de terminar con la violencia de género. Como adultos, debemos reflexionar aún cuestionado los roles sociales, el lenguaje, etc, y transmitírselos a niñas y niños.
Evitar relacionarnos con personas que  tengan una patología violenta, desconfiar de promesas y valorar la intuición.
Lo que no es fácil de prevenir son los hechos de violencias generados durante la infancia, los cuales en todos los casos son generados por amenazas y amedrentamientos, incomprensible para niñas inocentes e indefensas.
También es complejo prevenir la violación, donde la figura del hombre perverso mediante intimidación, coacción e indefensión, pretende imponer una relación sexual no deseada.
La violencia de género, merece una profunda atención, desde los distintos estamentos del estado, la justicia y del valorable trabajo de las ONG involucradas en el tema.
Como reflexión solo me queda por decir: que el miedo no nos debe paralizar, que debemos animarnos en todos los casos a denunciar a los perversos capaces de hacernos tanto daño. Hacer valer nuestros valores, defender nuestros derechos y exigir se tome con gran seriedad esta problemática.
*Defensora adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.

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