Cuatro mujeres fueron aniquiladas por un varón  cercano a la familia en La Plata y un femicidio en La Pampa visibilizó  la gravedad de que operadores judiciales no tengan formación en género.  La repercusión mediática de estos casos reanimó el reclamo de  incrementar las penas en los crímenes de odio contra las mujeres y  eliminar la figura de avenimiento. Un grupo de legisladoras atendió este  reclamo y dará el debate sobre modificar el Código Penal el año  próximo.                           
Las personas y organizaciones  involucradas en la lucha contra la violencia de género coinciden en que  un femicida debe recibir una pena ejemplar. Y en que prevenir un  femicidio implica que la víctima consiga protección judicial efectiva a  tiempo y asistencia médica, legal, piscológica y económica (acceso a una  vivienda, estudios, trabajo). Este es el marco en que se debe debatir  la incorporación del femicidio al Código Penal y fue estipulado el 29 de  noviembre en la primera reunión que convocó la presidenta de la  Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado Sonia Escudero, del  Bloque Justicialista 8 de Octubre. Los próximos encuentros se  desarrollarán durante el primer semestre de 2012 y el objetivo es  discutir unas seis iniciativas sobre la mejor forma de sancionar la  violencia machista extrema. Cuatro proyectos son de legisladores  nacionales y otros dos de organismos provinciales.
La concurrencia de parlamentarias a la primera reunión fue baja y la  mayoría representaba a la Banca de la Mujer. De los siete senadores que  integran la Comisión de Justicia y Asuntos Penales ninguno se sumó al  debate. Quienes participaron destacaron igualmente que es importante  empezar a discutir la reforma del Código Penal para combatir el  femicidio, puesto que ya suman 243 las víctimas fatales de esta  violencia. El Observatorio de Femicidios en Argentina 'Adriana Marisel  Zambrano', de la Casa del Encuentro, en el marco del Día Mundial de la  No Violencia contra la Mujer informó que entre enero y octubre de este  año hubo 237 casos. La cifra creció un 10% respecto de 2010.  En noviembre y diciembre de este año se produjeron la masacre en La  Plata y los femicidios de Carla Figueroa en La Pampa y María Ramos en  Salta.
La convocatoria de la senadora Escudero fue una respuesta a estas  espeluznantes cifras y a la matanza que conmovió al barrio platense La  Loma el 27 de noviembre. Cuatro mujeres fueron masacradas y el único  imputado es Osvaldo Emir Martínez (27) por el asesinato de su pareja  Bárbara Santos, de 29 años. Las otras víctimas fueron la hija de Bárbara  Micaela Galle (11), la madre Susana De Barttole (63) y su amiga Marisol  Pereyra (35). Los padres de Micaela y Marisol, Daniel Galle y Miguel  Pereyra encabezaron el domingo pasado una protesta en Plaza Moreno para  reclamar a la justicia una pena ejemplar. Volverán a marchar el domingo  18.
De acuerdo a la legislación penal vigente, existe la posibilidad de  encerrar al femicida hasta unos 25 años, que es la pena máxima en caso  de homicidio. Es verdad que puede no considerase el  vínculo que el  femicida tenía con la víctima como agravante porque el artículo 80 del  Código Penal excluye a ex conyugues, concubinos, ex concubinos, novios,  ex novios, tíos, vecinos. Pero por otro lado puede endurecerse la  condena si se consideran las circunstancias, es decir que el femicida  acuchilló y apaleó a conciencia a Micaela, Bárbara, Marisol y Susana.
En  este contexto considerar al femicidio un delito penal requiere una  discusión exhaustiva y las organizaciones de derechos humanos que  reclaman este debate celebran que las parlamentarias tomaran la posta.  Uno de los proyectos presentados en el Congreso pertenece al Centro de  la Mujer de Vicente López (Buenos Aires), que tiene más de 20 años de  experiencia en la temática. En representación del Centro, la abogada  penalista Silvia Paola Viqueira explicó que el objetivo es modificar el  artículo 80 para tipificar el delito de femicidio como agravante.  'Nosotros proponemos incluir el delito de femicidio agregando el  agravante de género. Creemos que si una mujer es asesinada por el sólo  hecho de serlo el castigo debe ser mayor, por eso incluimos un inciso  sobre un nuevo tipo penal que es por el solo hecho de ser mujer. También  agregamos como sujeto al concubino y a cualquier relación de pareja, ya  sea presente o pasada para que no haya una discriminación en función al  vínculo', detalló la especialista en temas de violencia familiar.
Por su parte, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género  (ELA) apoya la inclusión de más personas en el agravante sobre la  relación entre el agresor y la víctima. La directora ejecutiva de ELA  Natalia Gherardi explicó que también es posible contener como agravante  el crimen de odio al género u orientación sexual. Cabe  señalar que estas dos mejoras de la legislación penal fueron planteadas  con anterioridad por la diputada nacional Marcela Rodríguez y  sin embargo tuvieron que ocurrir más de 400 muertes brutales entre 2010  y 2011 para que el tema finalmente se incluyera en la agenda del  Congreso nacional.
Sobre los proyectos que proponen agravar la pena en casos de  femicidio, Gherardi advirtió: 'El problema es la constitucionalidad de  la figura penal, esto es la descripción de la conducta que es un delito.  Tiene que estar claramente determinada. Actualmente el tipo penal es el  que matare a otro. Este delito es claro, hay un perpetrador y una  víctima. Si incluimos el que mata a una mujer por el hecho de ser mujer  en el marco de una relación desigual de poder tendremos que probarlo.  Todo lo que una alega tiene que ser probado ya que es una garantía  fundamental del derecho penal. ¿Cómo probás las asimetrías de poder?  Creo que el problema es la utilización en el derecho penal de una  categoría política y de análisis sociológico. Es un salto muy difícil,  si no logramos sostenerlo teóricamente corremos el riesgo de erosionar  el reclamo legítimo de que a las mujeres las están matando'. Otra  preocupación de la directora de ELA es que la tipificación del femicidio  en el Código Penal sea una respuesta fácil al problema fatal de la  violencia de género, que básicamente requiere de políticas públicas  integrales. Esta inquietud también fue planteada en el documento Contribuciones al Debate sobre la Tipificación Penal del Feminicidio/Femicidio de CLADEM. 
Según estos testimonios hay posturas diferentes sobre crear una  figura penal de femicidio, pero las personas e instituciones  involucradas en la discusión insisten en darla porque el silencio es el  peor de los escenarios. Especialistas en género como Mabel Bianco,  presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer,  señalan justamente que es importante que la tragedia del femicidio se  visibilice. 'A veces leyes muy penalizadoras tienen un impacto contrario  al deseado, pero eso no nos libera de hablar y discutir su inclusión en  el código penal abiertamente. El silencio o una decisión rápida sin una  buena discusión pueden llevarnos a un cambio legal que termine siendo  peor o nos obligue a arreglar lo hecho. Abramos el debate y demostremos  que el feminicidio es algo específico. Las mujeres son asesinadas en  mayor número y son sus parejas o ex parejas quienes las matan con saña',  precisó.

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